¿Qué tienen en común Woody Allen y Clint Eastwood?


Alguien con algún conocimiento de cine simplemente dirá que son actores, otros dirán que también son cineastas ganadores del Oscar, pero lo interesante es que Allen e Eastwood comparten muchas similitudes aunque sean actores y realizadores con estilos muy distintos. Tanto Allen como Eastwood son hombres orquesta, ambos están presentes tanto delante como detrás de las cámaras responsabilizándose de todo para procurar el éxito de sus filmes. En el caso de Eastwood, el produce, dirige y hasta compone parte de la banda sonora. Por el lado de Allen, se le ve más como guionista y director. Además, ambos tienen una larga y prolífica carrera que abarca varias décadas. Pero lo más fascinante en ellos es que teniendo el peso del tiempo sobre sus hombros (ambos pasan los 80 años de edad) lo mejor de su carrera tal vez esté entre sus más recientes trabajos. 

Caso Eastwood. Prefiero hablar de mi paso personal por la cinematografía de Eastwood, entre 1970 y 2008, ya que para hablar de toda ella es preferible consultar Wikipedia. Recuerdo haber visto Magnum 44 cuando estaba como en 5to grado de primaria, la vi sin saber que pertenecía a la saga de Harry el sucio. Y recuerdo también verla porque participaban David Soul y Robert Urich protagonistas de las series de los 70, Starsky y Hutch y S.W.A.T. Luego, vendría Firefox un filme sobre un avión supersónico, el cual había que robarle a los rusos y me entusiasmé mucho porque era chamo y me gustaban los thrillers con el agregado de la alta tecnología. Después llegarían otras aventuras de Harry el sucio o de un policía similar. Eastwood se especializó, por no decir se estancó, en películas de policías a tal punto que para En la cuerda floja tuvo que mudarse la trama a New Orleans para que no se confundiese con San Francisco de Harry el sucio, aun así, Eastwood puso punto final a la saga del inspector Callahan con Sala de espera al infierno. Después de allí vendría The Rookie, un filme híbrido entre Harry el sucio y Duro de Matar donde comparte roles con dos villanos de lujo, los latinos Raúl Juliá y Sônia Braga. 

En 1992 llegaría el filme Los Imperdonables, este aclamado western multipremiado y bien criticado, una visión más real y cruda del viejo oeste, haciendo homenaje a los spaghetti western que Eastwood protagonizó al principio de su carrera. Por supuesto, que de esos filmes mi favorito es El bueno, el malo y el feo. Después de Los imperdonables tendría que pensar en Río Místico, un poderoso drama acerca de los pecados del pasado y las repercusiones en el presente, aquí Eastwood solo dirige. También destacamos Gran Torino, donde Eastwood decide volver a protagonizar actuando como un viejo cascarrabias involucrado en un caso de racismo. Igualmente está The Changeling, un caso de identidades cambiadas y errores de la ley y la justicia. No sabemos si todavía Eastwood presentará una última obra magna pero sería imperdonable perderse lo que nos tenga guardado en el futuro. 

Caso Allen. Me gusta mucho la cinematografía de Allen porque es muy extensa, para un coleccionista como yo tener de donde elegir es magnífico, más de 45 películas, una por año e incluso dos, nos dicen mucho de esa vertiente creativa de ese traumado hijo de New York. En este caso, quiero hablar de su filmografía entre 1969 y 2013. No recuerdo si vi primero Comedia sexual de una noche de verano primero que Zelig, pero sí sé que me quede prendado de la historia de Leonard Zelig, un hombre camaleón. Este falso documental me parece más genial cada vez que lo veo y nunca pasa mucho tiempo sin que lo vea y le consiga más virtudes. Claro, según los archivos tendríamos que empezar la filmografía de Allen con Toma el dinero y corre, una muy divertida comedia acerca de un ladrón que nunca dejara de serlo. Mucho después vendría Días de radio, una muy divertida y nostágica comedia de aquellos días. También están las fantasías de La rosa púrpura del cairo, Alice, Mighty Aphordite, y el musical Todos dicen que te amo que me gustaron mucho. Años después vendría Match Point, un muy interesante drama donde esa metáfora del tenis lo dice todo, magnífica y hecha ya en el otoño de su vida. 

Son tantas películas incluso pedazos de películas como el fragmento de Historias de New York donde comparte cartel con Coppolla y Scorcese en tres historias separadas. Entre sus obras recientes esta la magnífica Midnight in París pero con Blue Jasmine, protagonizada por la maravillosa Cate Blanchett, la cosa se pone mejor. 

Sin duda, ambos artistas son como el vino mejoran con tiempo. 

Autor: 
LUIS STEELHEART 

Licenciado en Administración de Empresas. Ha participado en diferentes actividades de cine-foro principalmente en el Cine Club Charles Chaplin y en la Biblioteca Pública Pio Tamayo, además de realizar colaboraciones en diferentes actividades de cine en los lugares antes mencionados y otras instituciones como la Universidad Simón Rodríguez, el CIECA, la UPEL y el Liceo Lisandro Alvarado. Steelheart es un cinéfilo y coleccionista de artículos relacionados con el cine. 

La Mirada de HAL es un espacio de opinión sobre cine. El blog de Iribarren, como una contribución al desarrollo de la cultura cinematográfica, ofrece este medio para el planteamiento y la discusión de ideas con relación al séptimo arte. Sin embargo, las opiniones emitidas en este espacio son responsabilidad únicamente del autor.