Woody Allen y el cine que se perdió


Woody Allen reflexiona sobre los cambios producidos en la industria cinematográfica desde sus inicios como cineasta hasta el presente en una entrevista realizada por Robert B. Weide.
Fuente/Autor:

CINECLUB CHARLES CHAPLIN: «Todo el buen cine del mundo, sin fronteras y sin miedos»


El Cineclub Charles Chaplin nació como una respuesta inteligente y civilizada, al atropello cometido por el sector oficial (gobierno regional de 1975), contra el entonces cineclub del estado Lara cuando su director era el Profesor Juan Arcadio Rodríguez, el cual fue removido de su cargo sin explicación alguna. Luego, gracias a la iniciativa de algunos Abogados, que para aquel entonces formaban la Junta Directiva de este gremio, entre los cuales destacaban el Dr. Jesús Cordero Giusti, el Dr. Valentín Castellanos, el Dr. Jorge Rosell y el Dr. Pablo Chiossone, se echo a andar este proyecto que era poco menos que una aventura, puesto que el colegio de abogados no tenía ninguna experiencia en esta clase de actividad y no se conocía ni podía conocerse la reacción del público frente a esta clase de eventos. Deliberadamente se escogió el nombre de Charles Chaplin, ya que además de representar la quinta esencia del arte cinematográfico, él también había sido hostigado y maltratado por el sistema y era un paradigma de honestidad y dignidad, frente a los poderosos y al autoritarismo. Bajo el lema: «Todo el buen cine del mundo, sin fronteras y sin miedos» se inició la actividad un miércoles 26 de mayo de 1976 con la proyección del maravilloso filme El Gran Dictador, escrita, dirigida y protagonizada por Sir Charles Chaplin. Demás está decir que la respuesta del público fue abrumadora y contundente. 
Por la pantalla del Chaplin ha pasado el mejor cine del mundo sin censura y sin ningún tipo de discriminación. La cinematografía venezolana ha sido apoyada ampliamente, exhibiendo el trabajo de los cortometrajistas que como héroes de las Termópilas siempre están corriendo detrás de los exhibidores para que les den un trocito de pantalla en las salas. También el cineclub ha mostrado con ánimo polémico, como debe ser, las películas más perseguidas y censuradas por la jerarquía oficial y cristiana nacional; nos referimos a: Ledezma: el caso Mamera de Luis Correa y a Manuel de Alfredo Anzola
En cuanto a los filmes «malditos», no hemos vacilado en exhibirlos sin corte alguno y con toda la orientación debida. Así que títulos como: Querelle de R.W. Fassbinder, Salo de P.P. Pasolini y La ultima tentación de Cristo de Martín Scorsese, hallaron un público adulto, liberal, comprensivo, inteligente y tolerante frente a estas manifestaciones tan extremas del cine transgresor. 
Cabe destacar también que no hemos descuidado la educación cinematográfica del público. Con la cooperación de instituciones de educación superior del Estado, hemos organizado varios cursos de capacitación cineclubística y apreciación cinematográfica. 
El cine club, desde sus inicios ha contado con un equipo de trabajo maravilloso, responsable y muy profesional, el cual ha demostrado un profundo amor y respeto por el espectador. En los primeros años de vida del cineclub, estuvo haciendo simultáneamente las funciones de coordinador, relacionista público, proyeccionista y presentador, su fundador, el profesor Juan Arcadio Rodríguez. Él proyectaba películas en formato de 16 mm, que era el equipo de proyección con el que contaba el colegio para la época. En el transcurso de los primeros meses de iniciada las actividades se integra al equipo de manera de colaborador el amigo Vasil Chimochenko y como asistente de proyección de Juan Arcadio, este servidor, un niño de apenas 12 años. Con el paso del tiempo Juan Arcadio y Vasil se hacen grandes amigos y conjuntamente diseñan y elaboran religiosamente, semana a semana, el denominado programa de mano o ficha técnica. 
En el año 1980, Juan Arcadio, le presenta a la junta directiva del colegio de abogados, encabezaba por el Dr. Jesús Cordero G. el proyecto de adquisición de unos proyectores de 35 mm de fabricación japonesa, que fue aprobado, y así comienzan las proyecciones en este formato que le daba al cineclub una gran calidad y mayores posibilidades a la exhibición de películas de todas las nacionalidades que no eran proyectadas en las salas comerciales. 
El cine club es el único espacio cultural de este tipo que existe en el interior del país y ampliamente conocido en todo el territorio nacional e incluso a nivel internacional, así lo demuestran sus premios y reconocimientos. Cabe destacar, que es la única organización del gremio de abogados que se ha logrado consolidar en el tiempo a lo largo de los últimos cuarenta años junto con el Instituto de Estudios Jurídicos de Lara Ricardo Hernández. 
Por todo esto, mantener y salvaguardar este invalorable patrimonio cultural de los larenses solo será posible si la actual y las futuras juntas directivas siguen apoyando incondicionalmente al cineclub, así como también es fundamental que el público cinéfilo, con su constante asistencia, siga apreciando nuestro trabajo.
Autor:
JUAN LUIS RODRÍGUEZ


Comunicador Social graduado en la Universidad Bolivariana de Venezuela. Investigador de la historia y evolución  del cine en el estado Lara. Difusor y exhibidor cinematográfico del filmes de interés artístico y cultural. Investigador de la historia y evolución  del cine en el estado Lara. Director presidente del Cineclub Charles Chaplin, sala alternativa del Colegio de Abogados del Estado Lara. Instructor de cursos y talleres de Lenguaje Cinematográfico.

Para ver la edición anterior de La Mirada de HAL pulse AQUÍ

La Mirada de HAL es un espacio de opinión sobre cine. Iribarren Films, como una contribución al desarrollo de la cultura cinematográfica, ofrece este medio para el planteamiento y la discusión de ideas con relación al séptimo arte. Sin embargo, las opiniones emitidas en este espacio son responsabilidad únicamente del autor.