Festival de Cortos de Barquisimeto. Una entrevista a Isabel Caroto.


El cine y sus protagonistas (2012)

Una nueva edición del Festival de Cortos de Barquisimeto engalana la ciudad y la convierte en la capital del cine venezolano. Iribarren Films quiso aprovechar esta magnífica ocasión para conversar con su presidenta Isabel Caroto y desmenuzar ocho años de exitosa trayectoria al frente de este festival.
Llegamos a la 8va edición del Festival de Cortos de Barquisimeto. Mirando al pasado, ¿qué balance puedes realizar?
Un balance muy positivo, creo que hemos crecido en convocatoria, en calidad. Nos hemos esmerado en ofrecer lo mejor, manteniendo el carácter gratuito y ofreciendo cada vez mejores actividades. E indudablemente ser un festival reconocido por su organización. Son ocho años del Festival.
¿Ha apoyado el público este evento?
No ha sido fácil, el apoyo ha ido creciendo paulatinamente a la par del mismo evento e incluso del Cine Nacional. Evidentemente que la constancia y el deseo de hacerlo cada vez mejor rinde sus frutos. Qué diferencia al Festival de Cortos de Barquisimeto, de otros festivales del país. Su espíritu juvenil, la organización, ser un festival inclusivo en el que todos participan por igual, respetuoso de la gente.
¿Qué trae de nuevo el Festival en esta octava edición?
Nuestro Desafío, que es nuevo porque cada año se renueva con la temática, el I Concurso de Fotografía documental; el preestreno nacional de Brecha en el silencio, una película de la Villa del Cine que solidariamente cedieron para hacer un cine foro en el evento y el gran concierto de la Orquesta de Cámara de la UCLA.
Esta edición acepta el video clip, ¿un guiño a lo popular?
Depende por lo que se entienda por popular, pero no es un guiño específicamente a eso sino a los jóvenes que se identifican mayormente con él y que es mi público meta. Un festival de cortos busca incentivar y motivar principalmente a los jóvenes a que se atrevan a hacer cine y el corto es idóneo para ellos no sólo desde el punto de vista de la creatividad sino también en lo financiero.
Son ocho años ininterrumpidos, ¿es tiempo de renovación?
Permanentemente nos estamos renovando, remozando. Tiendo a aburrirme de las cosas monótonas y para mí sería inconcebible un festival de cortos sin frescura e innovaciones. Es una contradicción.
¿Quiénes serán los invitados en esta ocasión?
Los directores de cine como Román Chalbaud, Hernán Jabes, Carlos Malavé, Patricia Ortega, Prakriti Maduro, Michael Labarca, entre otros.
En ediciones anteriores se han tenido talleres, conversatorios, ¿no es conveniente decidirse por un solo formato?
No, yo creo que debemos ofrecer variedad y no todos los temas a tratar te exigen estrictamente un taller. Y no solo este aspecto priva cuando escogemos uno u otro formato, también pensamos en el facilitador. El taller te exige tiempo y muchas veces los ponentes vienen ida por vuelta.
Los festivales que tienen al cine como marco, gozan de un nuevo auge en el país, ¿es una moda pasajera?
Puede ser y seguramente será así. En la actualidad hay 25 festivales en el país cuando hace unos ocho años habían dos o tres. Es difícil predecirlo pero se necesita mucha constancia para mantenerse tanto tiempo sin perder vigencia.
¿No deberían los festivales ser una vitrina para el realizador que comienza, con pocos recursos, pero con talento?
Justamente eso es lo que son, una vitrina para mostrar el talento. Recuerda que el cortometraje te permite y te exige ser más creativo en todo. Ahí está fundamentalmente su objetivo.
¿Cómo ves el futuro del corto? ¿Hay donde exhibirlo?
Si hay donde exhibirlo, y es precisamente en los festivales y muestras que se hacen en el país. También he visto varios por la televisión. Hace tiempo me recomendaron hacer el festival bianual porque no tendría insumo para las convocatorias. Este año recibimos 160. Creo y estoy convencida que ahora más que nunca el corto está vigente.
En 2014 tendremos la decima edición de este festival, ¿estarás al frente, cómo te la imaginas?
Bueno si me prestas una bola de cristal posiblemente te contestaría con exactitud. Creo y supongo que debo estar al frente pero sé que no soy indispensable. No tengo ese delirio. El equipo del festival está tan cohesionado que estoy segura que sin mí, son capaces de montar lo que quieran. Ése es nuestro secreto. El respeto por lo que cada quien hace y la ayuda mutua. Sin eso, el festival perdería su sabrosura. Porque lo hacemos con cariño, para divertirnos, realmente no trabajamos.
Entrevista:
Pablo Arapé
Foto:
Pancho Pérez