El cine y sus protagonistas (2008)
Pedro Laya como es conocido en el medio, ha trabajado como Productor, Actor, Director de Fotografía, Montador, Camarógrafo y Fotógrafo con la mayoría de los directores de cine venezolanos desde 1966. En el 2007 visitó Barquisimeto invitado por el Cine Club Charles Chaplin donde dictó una serie de conferencias y mostró parte de su trabajo cinematográfico. En esa oportunidad, Laya estuvo intercambiando impresiones con Iribarren Films las cuales resumimos a continuación.
Desde 1966 hasta hoy es una larga trayectoria dentro del cine, pero ¿cómo comenzó todo?
Bueno, yo lo que quería ser era ingeniero petrolero o químico pues este país es petrolero. Así lo entendí en el bachillerato.
¿Jamás paso por tu mente la actividad cinematográfica como medio de vida?
Jamás. En todo caso, tal vez, actuar pero no profesionalmente.
¿Cómo llegas a esta profesión?
Necesitaba trabajar para mantener mis estudios y me ofrecieron un empleo de “ayudante de operador de revelado” en Ávila Film, eso fue en Caracas en el 1966.
Como operador de revelado fueron tus comienzos. ¿Y como Director de Fotografía?
Trabajando un negativo de un director de fotografía llamado Abigail Rojas, y conversando con él, entendí que lo más importante en el cine era dirigir la fotografía. Abigail fue el director de fotografía de la película «Cuando quiero llorar no lloro» basada en un libro de Miguel Otero Silva. Yo considero que para hacer una película sólo se necesita un director de fotografía y un montador. Y una idea clara. Un director con una idea precisa de lo que quiere realizar. Si el director esta claro en lo que quiere, se lo trasmite al director de fotografía y este concibe una imagen que se muestra acorde con la idea del director.
La fotografía es luz.
¿Cómo se puede trabajar la luz en un documental?
En el documental escoges el fondo sobre el que vas a trabajar; teniendo siempre en cuenta al individuo o cosa que estará enfrente de ese fondo. Siempre tiene que suceder algo. Si transcurre un segundo y no pasa nada; pierdes el ritmo, pierdes el pulso. La imagen tiene un latido que, a la larga, determina el ritmo.
La cámara va hacia donde cae la sombra. Tienes que establecer la luz principal que modelara a los sujetos que vas a fotografiar. Al tener claro hacia donde cae la sombra; procedes a escoger el fondo para que la luz este a tu favor. Luego vendrán los planos medios, generales, americanos, etc.
Si ya tú estabas claro en lo que querías
¿Cómo se explica que irrumpas como actor?
Yo siempre quise actuar. Esa era una di mis fantasías. Actuar pero no como medio de vida. Sin embargo, comprendí -por mi tipología- que no podría abandonar los estereotipos tradicionales que me condicionaban.
En México me ofrecieron un contrato de 100.000 dólares al año por cuatro peliculas de largometraje para ser la contrafigura de Vicente Fernández. Esto significaba ser siempre el «malo» de la película. Rechacé la oferta. Yo quería hacer trabajos dignos y no encasillarme en papeles mediocres.
¿Primero actor y luego director de fotografía?
Diría que al contrario, primero director de fotografía y luego actor. Abigail Rojas, director de fotografía de Julián Soler, en la producción mexicana «Bárbara»; fue quien sugirió que yo podía interpretar un papel. El productor de la cinta fue Wallerstein. Allí trabaje como operador de cámara.
Cuando quiero llorar no lloro
En las mesas de lecturas del guión de «Cuando quiero llorar no lloro» yo ayudaba y además de los otros personajes leía el de Victorino Pérez. Cuando me lo plantearon formalmente pregunte como abordaría yo ese personaje. La respuesta fue contundente «tienes que ser tu». Eso significaba que tendría que convertirme en el personaje. De allí tome como ejercicio, ponerme la ropa del personaje y salir a la calle. La gente me trataba como a un malandro.
Crónica de un subversivo latinoamericano
A continuación realice «Crónica de un subversivo latinoamericano» donde encarno a un guerrillero. Personaje radicalmente distinto al de Victorino Pérez. La caracterización para el personaje de esta película fue más «académica», por así decirlo, pues estaba estudiando con José Ignacio Cabrujas y pude diseñar mi propio método actoral.
Cine Urgente
Después de «Crónicas» realicé trabajos publicitarios y me dediqué a mi proyecto llamado «Cine Urgente» que persigue la toma de conciencia sobre la defensa del ambiente. Por allí pasaron, entre otros, Jacobo Borges, Josefina Jordán, Edmundo Vargas, Mari Carmen Pérez, Belkys Fernández y Mariutska Rivas.
Yo pertenecía a una célula de la FALN -Fuerza Armadas de Liberación Nacional- y como ya la lucha armada había terminado, decidimos entonces apoyar a Jacobo Borges y a Josefina Jordán para hacer cine; y de esta forma continuar nuestra lucha para lograr un cambio en la realidad social que percibíamos. Éramos un grupo donde había camarógrafos, escenógrafos, pintores y nos constituimos en una unidad de producción cinematográfica que dio origen al movimiento «Cine Urgente». Se realizaron muchos trabajos entre los cuales cabe destacar “Al paredón” de Mario Mitrotti, cortometraje que tiene un premio FIPRESCI, uno de los reconocimientos más importantes del mundo otorgado a producciones consideradas obras de arte.
Entrevista:
Pablo Arapé
Guillermo Chávez
Imagen cortesía de Pedro Laya
Imagen cortesía de Pedro Laya