Con este título se dio a conocer el libro de Philip Kindred Dick que más tarde se adaptaría libremente para la realización del filme: “Blade Runner” o “Cazador Implacable” como se le conoció en Venezuela.
A 25 años de su primera exhibición, la película, ha superado la prueba del tiempo. Precursora de la tendencia que seria conocido como Cyberpunk - un subgénero de la ciencia ficción - se estrena en 1982 “Blade Runner”.
La película fue recibida con frialdad en los Estados Unidos por la crítica especializada. Esto se reflejó en su pobre taquilla. Pero fuera del territorio norteamericano conoció el triunfo, convirtiéndose rápidamente, en objeto de culto.
Por ser una película oscura y deprimente, sufrió varias modificaciones para adaptarla a la televisión y por parte de sus productores para incluir el “final feliz” que, según ellos, la película necesitaba. Es por todos conocida la oposición de Ridley Scott su director, y de Harrison Ford su protagonista, a incluir una voz en off en la cinta para evitar la supuesta incomprensión de la trama por parte del público; según la opinión de los estudios. Existen seis versiones de la película aunque otros arguyen que en realidad son ocho.
Entre varias de las modificaciones en las distintas versiones está la omisión del unicornio en el sueño de Rick Deckard (Harrison Ford). Igualmente eliminaron la escena donde Deckard consigue el unicornio de papel a la entrada de su departamento. Así mismo, prescindieron del gran ojo que aparece al principio del filme e incluso la música de Vangelis fue descartada. La versión para la televisión eliminó el lenguaje considerado ofensivo y se editó la culminación de la película, para llevarlo a un “final feliz”. Todo esto sólo ha acrecentado el furor de los cinéfilos por la película
“Blade Runner” es una historia donde encontramos elementos del cine negro; mezclados con adelantos de la ingeniería genética y de la robótica. En la película se muestra la destrucción del medio ambiente. La hegemonía del elemento asiático en una California fría y oscura –sometida a una incesante lluvia ácida – del año 2019; donde el elemento anglosajón ha huido a otros mundos. Lo nuevo y decadente se da la mano en esta película donde no existen héroes o súper hombres. Sólo es un mundo sórdido de personas comunes y corrientes buscando sobrevivir, a los poderes omnipresentes que los tutelan: grandes compañías, el imperio de la tecnología y las fuerzas represivas. A este mundo llegan los replicantes - nombre originario de los hombres y mujeres que recorrían los caminos de la Europa medieval haciendo penitencia por la peste “negra” que diezmaba a la población, como castigo de dios por sus pecados- en busca de sus recuerdos y de la vida que les fue negada por sus creadores.
La película nos representa un mundo que no será real en el 2019; pero más allá… quizás.
A 25 años de su primera exhibición, la película, ha superado la prueba del tiempo. Precursora de la tendencia que seria conocido como Cyberpunk - un subgénero de la ciencia ficción - se estrena en 1982 “Blade Runner”.
La película fue recibida con frialdad en los Estados Unidos por la crítica especializada. Esto se reflejó en su pobre taquilla. Pero fuera del territorio norteamericano conoció el triunfo, convirtiéndose rápidamente, en objeto de culto.
Por ser una película oscura y deprimente, sufrió varias modificaciones para adaptarla a la televisión y por parte de sus productores para incluir el “final feliz” que, según ellos, la película necesitaba. Es por todos conocida la oposición de Ridley Scott su director, y de Harrison Ford su protagonista, a incluir una voz en off en la cinta para evitar la supuesta incomprensión de la trama por parte del público; según la opinión de los estudios. Existen seis versiones de la película aunque otros arguyen que en realidad son ocho.
Entre varias de las modificaciones en las distintas versiones está la omisión del unicornio en el sueño de Rick Deckard (Harrison Ford). Igualmente eliminaron la escena donde Deckard consigue el unicornio de papel a la entrada de su departamento. Así mismo, prescindieron del gran ojo que aparece al principio del filme e incluso la música de Vangelis fue descartada. La versión para la televisión eliminó el lenguaje considerado ofensivo y se editó la culminación de la película, para llevarlo a un “final feliz”. Todo esto sólo ha acrecentado el furor de los cinéfilos por la película
“Blade Runner” es una historia donde encontramos elementos del cine negro; mezclados con adelantos de la ingeniería genética y de la robótica. En la película se muestra la destrucción del medio ambiente. La hegemonía del elemento asiático en una California fría y oscura –sometida a una incesante lluvia ácida – del año 2019; donde el elemento anglosajón ha huido a otros mundos. Lo nuevo y decadente se da la mano en esta película donde no existen héroes o súper hombres. Sólo es un mundo sórdido de personas comunes y corrientes buscando sobrevivir, a los poderes omnipresentes que los tutelan: grandes compañías, el imperio de la tecnología y las fuerzas represivas. A este mundo llegan los replicantes - nombre originario de los hombres y mujeres que recorrían los caminos de la Europa medieval haciendo penitencia por la peste “negra” que diezmaba a la población, como castigo de dios por sus pecados- en busca de sus recuerdos y de la vida que les fue negada por sus creadores.
La película nos representa un mundo que no será real en el 2019; pero más allá… quizás.
Autor:
Pablo Arapé
Comunicador Social, docente universitario e investigador en el área de cine.
La Mirada de HAL es un espacio de opinión sobre cine. Iribarren Films, como una contribución al desarrollo de la cultura cinematográfica, ofrece este medio para el planteamiento y la discusión de ideas con relación al séptimo arte. Sin embargo, las opiniones emitidas en este espacio son responsabilidad únicamente del autor.